sábado, 29 de septiembre de 2007

Borges: escritor y poeta

La primera vez que fui a tomar el subterráneo a la estación Congreso de Tucumán no tenía idea de cual sería una buena ubicación en el andén para esperar que una de las ansiadas puertas quedara frente a mis narices. Fue entonces cuando vi la serie de bustos dorados, empotrados en la pared. Y me detuve frente al de Jorge Luis Borges, invocando a las fuerzas literarias para que inspirasen al maquinista. Lo que iba a constatar en posteriores viajes es que la elección fue un gran acierto: una puerta siempre coincide, casi matemáticamente, con el busto de uno de los más conocidos, reconocidos, respetados, criticados y abominados escritores argentinos. Lo que me llamó la atención, de allí en más, fue la placa del busto: "Jorge Luis Borges - Escritor y poeta". Como si fueran excluyentes, como si no tuvieran puntos de contacto.

Y me puse a pensar en qué diferían, para mí, esas palabras. Una sospecha me desvió hacia la etimología de esas palabras. Escritor es aquel que escribe en cualquier género literario, incluso la poesía. Pero la especificidad de la poesía no es tal. Lo que, por antonomasia, se denomina poesía no es sino la poesía lírica. En sus orígenes poesía (proveniente del latín poēsis) era hacer, convertir los pensamientos en materia. Lo que, a su vez, convertía al poeta en un hacedor de escrituras. El mismo poeta que era, para los griegos, el medio de transporte entre la palabra de los dioses (acercadas por las musas) y el hombre. El hacedor, en definitiva, de la fantasía (letra escrita) de convertir en materia el lenguaje. Entonces, quizás no sea un mal comienzo pensar en que la diferencia entre escritor y poeta no tenga que ver con la forma sino con la esencial relación entre la palabra y la letra: el escritor escribe, el poeta inscribe, independientemente de la forma.

Leer más...

domingo, 23 de septiembre de 2007

Nick Cave & the Bad Seeds - The boatman's call

Mute Records - 1997


Si alguien empezara a escuchar la obra de Nick Cave por su décimo álbum podría quedarse con una impresión equivocada del músico y cantante australiano. Y es que The boatman's call, si bien no se escapa de las generales de la creación del hombre de voz de caverna (haciendo honor a su apellido, precisamente), es un paisaje de baladas que rozan lo amoroso con el mismo tacto que se aproximan a lo erótico, a la pérdida, a lo desesperado, al porvenir. Si alguien comenzara a escuchar a Cave a partir de aquí, tendría una visión fragmentada, imprecisa y acotada: no es posible vislumbrar qué hubo antes de este maravilloso discurrir por los vericuetos sentimentales, sobre qué bases está apoyado, cuál es el camino que lo antecede. Por el contrario, quien llega a este disco después de haber escuchado a Cave con anterioridad, le agradece que su característica oscuridad y su no negociable caracter maldito hayan estado al servicio de canciones tan inolvidables como los frustrados amores que las engendraron.

Leer más...

lunes, 17 de septiembre de 2007

Matando a e. e. cummings


Hace un tiempo recordé el final de un poema de e. e. cummings y volví a buscarlo en la antología bilingüe Poetas Norteamericanos Contemporáneos, Ediciones Librerías Fausto, 1977. Más precisamente, página 84, poema conocido como me gusta mi cuerpo..., en el cual el gran edward estlin hace poema la novedad de los cuerpos amantes y amados, del encuentro de dos que cambia la perspectiva del tiempo lógico, del instante en que el pasado no se borra sino que cae dejando lugar a algo nuevo. Es un poema suave y altamente erótico, con una estructura quebrada y confusa, con una extraña puntuación. La traducción acompaña, está cuidada y toma sus riesgos. ¿Cómo traducir nerves more sino como nervios más, perdiendo la afinidad fonética del never more/nunca más?

Buscando alguna lectura del poema a la luz de la idea de Lo Nuevo, me crucé con un puñado de sitios que lo publican, aunque bien vale preguntarse si sigue siendo el mismo poema. Convengamos que la traducción es un arte dificil e ingrato; que la poesía en sí tiene, como agravante de esa ingratitud, la particularidad de utilizarse a sí misma más allá de la textualidad de la palabra y la precisión de la letra; y que con esos elementos y esas formas confusas está constituida la lengua (no sólo el idioma) de un poeta. Sin embargo nada de eso justifica el atropello de ¿traducir? el poema con despropósitos, no ya sólo de criterios de traducción palabra por palabra, sino del orden de una lisa y llana traición al concepto mismo de poesía en nuestro idioma y a su riqueza simbólica. Pensaba incluir las citas de tales despropósitos, pero sería darles una consistencia que no tienen ni merecen y aportar a seguir disparando insensateces sobre la belleza. Como acto reparador y amparado en el derecho estético a que haya en la red una traducción que se acerque al poema, transcribo la realizada por E. L. Revol para la antología citada al comienzo.




me gusta mi cuerpo cuando está con tu
cuerpo.Es así una cosa tan totalmente nueva.
mejores músculos y nervios más.
me gusta tu cuerpo.me gusta lo que hace,

me gustan sus cómos, me gusta sentir la columna
de tu cuerpo y sus huesos y la temblorosa
firme-suave idad y lo que he de
una y otra y otra vez

besar, me gusta besar esto y aquello de ti.
me gusta, acariciando lentamente la,pelusa sacudida
de tu piel eléctrica,y lo-que-sea aparece
sobre la carne que se abre... Y los ojos grandes migajas de
amor,


y posiblemente me gusta la emoción
de bajo mí tú tan totalmente nueva.


Leer más...

viernes, 14 de septiembre de 2007

Chauvinismo puma

Conjeturo: la cosa empezó a descalabrarse en 1978 cuando, mundial de fútbol y dictadura, produjeron una conjunción tan siniestra que llegó a producir una ceguera tal que todo se justificaba en dos colores: celeste y blanco. Obviando, claramente, el rojo de la sangre derramada. Por aquel entonces, mi abuela no miraba partidos de fútbol (en los cuales yo sufría por el equipo de mis amores) porque se ponía nerviosa; al punto de tener dolores en el cuerpo cuando me veía llorar desconsolado por alguna ocasional derrota de mi equipo. Pero el mundial de Argentina '78 se erigió como un significante que se acrecienta con el paso de los años y la presión del terror no dicho, de la complicidad por omisión/incomprensión política/desinterés/miedo a la que, dócilmente, se sometió la mayor parte de los argentinos adultos de entonces: la palabra que lo representa es Mundial; lo que supone el summum del éxito -ajeno a uno, propio de otros- que representa, camiseta mediante, el supuesto orgullo patriótico, la supuesta inteligencia, el supuesto decoro y demás supuestas virtudes de todo un país. Y, pasado el furor de los dos campeonatos mundiales de fútbol, conseguidos en un lapso de 8 años, parece necesario alimentarlo con más y más mitología deportiva, con ese combustible que -a ojos vista- ha desplazado a la religión como opio de -al menos- este pueblo. Por eso, cuando escucho hablar sentidamente de la selección argentina de rugby, del sentimiento y la pasión; cuando los escucho opinar sobre el campeonato mundial, me pregunto si alguna vez serán posibles la construcción de un otro futuro, el desprendimiento de la siniestra idiosincrasia y la demolición del significante sobre el cual se construye un futuro con ladrillos de ignorancia y opresión. Unico modo, por cierto, de que lo lúdico y lo digno vuelvan a ser lo que nunca debieron dejar de ser.

Leer más...

lunes, 10 de septiembre de 2007

The Beatles

Apple Records - 1968


¿Cómo llamar a un álbum que no tiene nombre? ¿Cómo nombrar un disco que no puede ser resumido en un nombre? El álbum blanco es la cúspide en la trayectoria creativa de The Beatles. Es un álbum panorámico, que atraviesa -y es atravesado por- una diversidad sonora incapaz de ser contenida en un sólo disco: una obra monumental, una master piece tallada con el diamante de la ruptura: es el surco delgado, el delineado del corte final; ese que se hace brecha en Let it be y abismo insalvable en Abbey Road. Es un álbum fragmentario, escindido, el giro definitivo hacia el final. Es un álbum de anticipo, la puntada inicial de los siguientes veinte años de la música moderna contemporánea, el ADN fundacional. Es decir, es la síntesis del camino que los fabulosos cuatro comenzaran en plena adolescencia. Es la miríada que produce un cristal esquirlado, las voces de cada uno de The Beatles componiendo -en secuencia metonímica- un gran collage que se convierte en un complejo vitreaux coral. Si hubiera que enviar al espacio un disco, como una botella al mar, que represente una época, sin duda este es el que se llevaría la mayoría de los méritos. Aún a pesar de ese bochorno musical llamado Ob-La-Di, Ob-La-Da, el peor tema musical de la historia del pop: quizás una mente superior lo entienda como un ejemplo de lo que puede producir el mal uso del genio musical.





Leer más...

martes, 4 de septiembre de 2007

The Funk Brothers - Standing in the Shadows of Motown

Virgin - 2003


The Funk Brothers fue, desde 1959 hasta 1972, la in house band, la banda de músicos sesionistas del prestigioso sello de la música soul Motown. La banda se desarmó cuando el sello se mudó de ciudad; retiro que se extendió por algo más de 30 años, hasta la realización, en 2003 , del documental fílmico Standing in the Shadows of Motown (un significativo/irónico nombre: Parados en las Sombras de Motown: sesionistas, segundo plano necesario, soporte estoico de las verdaderas estrellas). La banda se sonido cuenta con las participaciones de Ben Harper, Chaka Khan, Me'Shell NdegéOcello y Bootsy Collins, entre otros. La lista de tracks no trae mayores sorpresas y, obviamente, repite entre sus compositores al inoxidable Marvin Gaye, viejo amigo de la casa. Es un disco en el que se respira el deleite con el que fue realizado, la satisfacción por el reencuentro. Sin embargo, uno no puede dejar de pensar que se trata de algo así como el Buena Vista Social Club del soul: un gusto para esos magníficos viejos que se olvidará con el paso del tiempo.


Leer más...